lunes, 26 de septiembre de 2011

Mirando a ambos lados...

Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
Miro adelante lo que soy,
miro atrás a lo que fui,
no hace mucho era diferente a lo que veo hoy,
no hace mucho sufría por las mismas cosas que hoy
¿que ha cambiado?
¿Tiempo?
¿Experiencia?
¿O simplemente autoconocimiento?
Veo lo que viví en otros lados y me acusa la pregunta:
¿Volveré a eso?
¿Volveré a disfrutarlo, con la dulce melancolía de recordar aquello que paso?
¿Volveré a ver lo que vi?
¿Volveré a sentir?
¿O será todo nuevo?
Han pasado varios años, ya no soy el que fui ni creo poder volver a serlo,
aquél lugar que conocí parece intacto, y sin embargo el tiempo también paso por allá...
Si vuelvo
¿que pasará?
Si vuelvo
¿cómo será?
Si vuelvo
¿Qué cambiará?
Miro a ambos lados, adelante hacia lo que puede ser, lo que puede no ser y lo que es,
atrás a lo que pudo ser, lo que no pudo ser y lo que fue.
No logro concretar las ideas en algo coherente,
a veces es mejor vendarse los ojos y dejar que el corazón lo guíe allí por donde no se tiene certidumbre de nada...

lunes, 12 de septiembre de 2011

La primer mujer...

Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
Este escrito es sobre la primer mujer, y aunque no sea de amor no significa que no esté plagado de este,
no puedo decir que sea la mujer de mi vida, pero puedo decir que es quién me la dio, aquella que estuvo (y afortunadamente está) a mi lado sea para bien o mal.
Esta mujer cuya belleza se refleja en una sincera sonrisa y cuya emoción salta en mil hermosas lágrimas es la primer mujer que ha habido en mi vida, en cierta manera puedo decir que es la que más quiero y también a veces a la que menos comprendo.
Me admito como alguien que no ha podido apreciar la belleza que hay a su alrededor, que no ha sabido entender el cariño con el que ha vivido, y sin embargo este sigue como una fuente eterna y constante.
Madre mis caminos son distintos a los que quizás esperaste de mí, pero no por eso significa que me olvidare de ti, me has enseñado cosas que nadie podría y nuestros silencios han sido más valiosos que mil charlas animosas, porque callaste mi boca para enseñarme a hablar con el corazón, me enseñaste a ser impulsivo y no doblegarme, me enseñaste a pelear por lo que deseo y junto con mi padre han sido los mejores maestros que he podido tener,.
Madre, quizás no soy lo que creías sería, pero no creas que soy infeliz, si lo soy es porque lucho contra lo que me desagrada y me es difícil ser yo mismo y resistirme a lo que me rodea, me enseñaste a ser feliz y lucho para que a mis hijos les quede algo más que una enseñanza aún cuando esta sea maravillosa.
No es necesario ser doctor en espiritualidad y filosofía para aprender a vivir en tranquilidad en el entorno donde uno vive, no se necesita ser un renegado para rebelarse contra lo que pueda disgustarnos, no se necesita ser impulsivo para poder ser apasionado en todo lo que se haga y vivirlo y sufrirlo hasta el último momento.
Quizás hablamos poco pero creo que nos conocemos demasiado...

Esta entrada está dedicada a esas noches, a esas noches donde he descubierto la maravilla de una familia sencilla y llena de amor.

sábado, 10 de septiembre de 2011

A mi padre...

Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
El mate amargo de chico no me gustaba, no me gustaba porque era amargo y yo era muy chico para tenerle cariño, siempre vi a mi padre con el pero me era dificil el tomarle cariño a semejante infución.
Varias veces quise probarlo por mero interes, como quién prueba una cerveza o un cigarro, a estos últimos jamás les termine de simpatizar, sin embargo con el mate hubo algo distinto... Como si fuera un coqueteo poco a poco lo fuí conociendo, (como se conoce a un amigo) compartía cosas con mi padre y había un mate de por medio, mi padre trabajaba y había un mate de por medio, yo trabajaba y había un mate de por medio... Cualquiera intuiría cierta locura en esto, encontrar mate en todos lados, sin embargo siempre fue como un artículo de fondo dentro de mi vida, nada importante; hasta hace poco:
Varios de los que en conocen de "Memorias" han de saber que todos los veranos participo en un movimiento de enseñanza y educación de adultos en comunidades alejadas y sin recursos, una labor que llevo a cabo con sumo amor y entrega; bueno pues he de serles sincero, después de mes y medio lejos del hogar uno anhela las cosas allí presentes, y mientras durante varios años me encontré a la compañía de mis amigos y las estrellas este presente año un impulso taladró mi pecho y decidí llevar a un nuevo compañero de viaje...
Durante una larga noche de trabajo (en la cuál cabe mencionar no dormí) decidí probar mi suerte en el arte de preparar mate, y no solo como experimento de soledad, sino rodeado de varios amigos que al verse en las mismas condiciones no le hicieron asco a la ocasión. Solo puedo decir que fue una hermosa experiencia llena de sencillez y dulzura,el compartir algo propio hacia los demás estando todos alejados de todo en un medio hermoso pero al que no pertenecíamos...
Aquí tenemos un culpable, alguien que sembró una semilla que crecería enormemente, si, mi padre, a él le debo una noche de amigos, cientos de enseñanzas con gusto bellamente amargo, compañía en la soledad, sencillez y humildad para aprender nuevas cosas, paciencia para enseñarlas y cariño para compartirlas.
¿Acaso un sencillo amargo puede unificar tantos valores y relaciones? Si, unifica el pasado con el presente y el futuro, unifica personas y momentos.
Gracias Padre, por una de las enseñanzas más grandes dentro de esta vida.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Primer mate se escupe... introducción

Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
Camaradas seguidores, camaradas que recién me conocen, me presento aquí en otra faceta distinta a mi eterno peregrinar por el mundo.
En este blog pienso ahondar más a fondo sobre uno de los ritos más grandes dentro de la cultura argentina, el consumo de mate como infución, ojo este blog no piensa solo dedicarse a hablar de ello más bien esta diseñado para expresar los sentimientos que acompañan una buena cebada.
El primer mate se escupe, porque el mate es amargo y fuerte como la vida, los primeros tragos son demasiado amargos y fuertes como para que algún cuerpo los soporte (uno se enferma al consumirlos) el Dios grande y bondadoso que todo lo ve y todo ama nos enseño a ver la belleza en donde pareciera no haberla, en aceptar la vida como venga y descubrir que su amargura se diluye con la compañía de los amigos, ese Dios también se dio cuenta que la yerba amarga es más fuerte en los primeros tragos, a veces más que la vida misma y por eso no muchos la soportan. El primer mate se escupe, porque devolvemos a la tierra el agua que no consumimos, de esa manera mostramos nuestra mortalidad, porque somos incapaces de soportar algo que sea más fuerte que la vida,los ancestros aprendieron eso y lo enseñaron a los demás...
El agua está lista, la noche estrellada y hay mucho que contar, ¿queres un mate?