Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
Los días lluviosos son un regalo para mis pupilas, los amigos y la música, buenas calificaciones y desvelos, belleza y alegría por todos lados. Que alguien me pegue un tiro, por no ser capaz de ser feliz tras todo esto, por querer más y seguir buscando, por no quedarme conforme y por presionarme a mí mismo.
Que alguien me mate por ser indiferente ante los placeres de la vida, por ser estoico ante mis propios sabotajes y no ser capaz de confiar en aquella persona que vive del otro lado del espejo.
Porque soy feliz con muy poco pero a la vez busco mucho de ese poco, porque no quiero fama ni fortuna pero quiero sentirme realizado.
Porque mi fantasía no termina de fundirse en la realidad y mi realidad no termina de fundirse en la fantasía.
Porque no puedo apreciar la belleza que me rodea y disfrutar a cada momento lo que tengo sin importarme ir más allá del hoy.
Que alguien me mate por querer devorar el mundo, por querer siempre más y no ver atrás, por descubrir que soy afortundado entre muchos y sin embargo sentirme desdichado y solitario.
Que alguien me mate, para que aprenda a valorar todo lo que tuve y no supe ver...
Veo belleza en todo a mi alrededor y todo es de colores, ¿por que no logro apreciarlo? no sé, por lo menos ya lo ubico, no lo dejaré ir más...
