lunes, 12 de septiembre de 2011

La primer mujer...

Otra noche estrellada, otro amargo, otra historia que contar...
Este escrito es sobre la primer mujer, y aunque no sea de amor no significa que no esté plagado de este,
no puedo decir que sea la mujer de mi vida, pero puedo decir que es quién me la dio, aquella que estuvo (y afortunadamente está) a mi lado sea para bien o mal.
Esta mujer cuya belleza se refleja en una sincera sonrisa y cuya emoción salta en mil hermosas lágrimas es la primer mujer que ha habido en mi vida, en cierta manera puedo decir que es la que más quiero y también a veces a la que menos comprendo.
Me admito como alguien que no ha podido apreciar la belleza que hay a su alrededor, que no ha sabido entender el cariño con el que ha vivido, y sin embargo este sigue como una fuente eterna y constante.
Madre mis caminos son distintos a los que quizás esperaste de mí, pero no por eso significa que me olvidare de ti, me has enseñado cosas que nadie podría y nuestros silencios han sido más valiosos que mil charlas animosas, porque callaste mi boca para enseñarme a hablar con el corazón, me enseñaste a ser impulsivo y no doblegarme, me enseñaste a pelear por lo que deseo y junto con mi padre han sido los mejores maestros que he podido tener,.
Madre, quizás no soy lo que creías sería, pero no creas que soy infeliz, si lo soy es porque lucho contra lo que me desagrada y me es difícil ser yo mismo y resistirme a lo que me rodea, me enseñaste a ser feliz y lucho para que a mis hijos les quede algo más que una enseñanza aún cuando esta sea maravillosa.
No es necesario ser doctor en espiritualidad y filosofía para aprender a vivir en tranquilidad en el entorno donde uno vive, no se necesita ser un renegado para rebelarse contra lo que pueda disgustarnos, no se necesita ser impulsivo para poder ser apasionado en todo lo que se haga y vivirlo y sufrirlo hasta el último momento.
Quizás hablamos poco pero creo que nos conocemos demasiado...

Esta entrada está dedicada a esas noches, a esas noches donde he descubierto la maravilla de una familia sencilla y llena de amor.